La Neuromeditación SBS (Salud, Bienestar y Sentido) es un método de trabajo para el desarrollo de las capacidades y para la disponibilidad del Talento del ser humano configurado por tres modelos principales: la Neuromeditación en 5 pasos, el Modelo de los Mapas Mentales Básicos (MMB) y el Modelo de la Congruencia de la Identidad (MCI). Surge como resultado de la aplicación de la Neurociencia, la Programación Neurolingüística (PNL), la Medicina energética, el Eneagrama y la Psicología Transpersonal al desarrollo personal y profesional, y a las técnicas tradicionales de meditación. El resultado de las investigaciones y la innovación del Instituto de Alto Rendimiento (IAR) han permitido conformar este método de aplicación práctica en el mundo personal, laboral y social.
La aportación neurocientífica de universidades como Wisconsin, Harvard, Massachusetts o la Complutense de Madrid, entre otras, supone el fundamento que facilita la disponibilidad del Talento (en términos vocacionales y también de aprendizaje) y el desarrollo de un nivel de rendimiento alto de las personas. La Neuromeditación permite conseguir una mente enfocada e ir “más allá de la mente analítica”, lo que supone una mayor disponibilidad de los recursos del ser humano. Es decir, con la Neuromeditación podemos ir más allá del entendimiento y mejorar con la incorporación de la comprensión de la conciencia. Así, las personas que practican la Neuromeditación alcanzan, por ejemplo, niveles mayores de coherencia cerebral, de inteligencia, de memoria, de creatividad, de atención, de gestión personal, de empatía y compasión, de equilibrio emocional, de análisis y comprensión. Esos niveles hacen posible un desempeño profesional sin estrés y de liderazgo enfocado, y una vida familiar y social más plena. Y, a la vez, niveles más altos de felicidad, lo que se traduce también en una mayor motivación. La Neuromeditación es un método para mejorar la salud, generar bienestar y lograr vivir con sentido y felicidad, a la vez que se consigue ser más productivos.

Cómo funciona la Neuromeditación en 5 pasos
La Neuromeditación SBS consta de dos fases: la fase de quietud y la fase de gestión. La fase de quietud consiste en el entrenamiento de la atención y de la facultad de la metaconciencia para el autoconocimiento a través de un método fácil y sencillo (Neuromeditación en 5 pasos) que permite activar el área prefrontal lateral del cerebro a la vez que se desactiva la zona medial del mismo, responsable del “secuestro neuronal o emocional”. Este secuestro emocional, sufrido por un gran número de personas aun sin saberlo, dificulta e incluso impide en ocasiones el análisis, el entendimiento, la gestión y la acción. La práctica de la atención selectiva, además, hace posible que se alcancen niveles mayores de activación de la ínsula del cerebro -responsable de las sensaciones corporales- y del cerebelo, sede de la mente no consciente, en la que están registrados nuestros hábitos, tanto los que nos hacen rendir y ser felices, como los que nos impiden poner todo nuestro talento en juego y nos limitan. De esta manera, la fase de quietud de la Neuromeditación funciona siguiendo una serie de pasos (método) que activan y desactivan selectivamente diversas áreas del cerebro. El Instituto de Alto Rendimiento, de la mano de Gonzalo Serra, ha desarrollado un método en 5 pasos que todas las personas pueden practicar.
La quietud posibilita el análisis para la gestión. La fase de gestión de la Neuromeditación SBS, fruto del autoconocimiento, hace viable la aplicación de técnicas para el cambio y para la evolución personal que conducen, junto con la quietud, hacia la vida deseada. Estas técnicas implican las dimensiones corporal, emocional, cognitiva, de la personalidad y de la identidad.
Para qué sirve la Neuromeditación en 5 pasos
Sirve para “parar la mente”, hacer “silencio”. Son muchas las personas que en el ámbito profesional y personal no consiguen parar su mente. Las consecuencias son varias: tener bajos niveles de rendimiento y productividad, no descansar e incluso no dormir, no disfrutar del ocio, las conversaciones y la compañía y, en definitiva, no estar satisfecho con lo que uno hace, no ser felices. Parar la mente por medio de la Neuromeditación ayuda, además, a ir más allá del entendimiento de la mente analítica poniendo en juego también la capacidad neurobiológica de la comprensión de la conciencia. El resultado es un mayor autoconocimiento y un mayor conocimiento de los otros, así como una mayor conexión trascendente. Todo ello nos capacita para la buena gestión personal y de las relaciones y para la integración del Ser que somos en todos los ámbitos de nuestra vida.
El Modelo de los Mapas Mentales Básicos (MMB)
Conforme a lo que explican actualmente la neurobiología y la PNL, vivimos nuestro día a día desde una representación de la realidad, no desde la realidad misma, de forma que hoy sabemos que fabricamos nuestra realidad mentalmente.
Esta fabricación de “mapas de la realidad” funciona como un programa mental que condiciona nuestra forma de afrontar las diversas situaciones y circunstancias. Entender esta característica del cerebro humano nos permite generar modelos de trabajo para gestionar la personalidad o el carácter, que tanto influyen en el ámbito profesional y que pueden limitar el talento personal y el rendimiento, además de determinar el estrés y la carga mental del trabajo . Del mismo modo, condicionan la vida familiar y social.
El modelo de los Mapas Mentales Básicos (MMB), creado por el Instituto de Alto Rendimiento, nos permite gestionar el cambio personal y modificar el carácter que condiciona cada personalidad para poder aumentar el bienestar personal, lo que redunda en una disminución del estrés y de la carga mental del trabajo, y en un aumento de la disponibilidad del talento y del rendimiento, así como en un incremento de la felicidad, entre otras cosas. Asimismo, este bienestar personal es, sin duda, un factor decisivo en la buena marcha de las familias y de la vida social.
El Modelo de la Congruencia de la Identidad (MCI)
El Modelo de la Congruencia de la Identidad (MCI) es un modelo de trabajo para el desarrollo personal y profesional creado por el Instituto de Alto Rendimiento. Es un mapa instrumental fundamentado en la Programación Neurolingüística (PNL) que permite representar la identidad de cada persona y trabajar con su sentido de la vida . La representación de la identidad es la representación de una percepción, o con otras palabras, de una experiencia: no estamos representando “quién creo que soy” (creencia) sino la “percepción que tengo de mí mismo/a” (experiencia) y que sustenta creencias sobre mí y selecciona creencias que me sirven para interpretarme a mí mismo/a. Dicha experiencia y cada una de estas experiencias acontecen en un momento determinado, en el tiempo y, así, la identidad que vivimos es el resultado de las múltiples memorias de que disponemos (tanto a nivel consciente como no consciente) de las igualmente múltiples percepciones de quiénes somos que hemos tenido a lo largo de nuestra historia.
Representar la propia identidad es representar el acontecimiento “quién estoy siendo” y facilita una exploración visual del grado de congruencia interna que nos está potenciando o que nos está limitando en la consecución de nuestros objetivos. Gracias a esta representación podemos establecer objetivos de mejora y desarrollar planes de acción mucho más potentes que si lo hiciéramos con otras herramientas, pues la mejora y la acción proceden del alineamiento de lo que hacemos, lo que pensamos y lo que somos, es decir, de la congruencia interna. A la vez, cualquier cambio generado desde el nivel de experiencia de la identidad seguro que provocará cambios en otros niveles de experiencia, como en el de las creencias o convicciones, las capacidades o habilidades, las conductas y el entorno. Lo que no es seguro es que si introducimos cambios, por ejemplo en las conductas, se produzcan cambios en la identidad, y así no podríamos asegurar la mejora de la congruencia interna. Aquí radica la fuerza del MCI.